UN PAIS SIN LIDERES.

No admite discusión el hecho que como sociedad chilena ESTAMOS TOTALMENTE A LA DERIVA, no tenemos conducción, política, económica, ni jurídica, y las instituciones que se hacen llamar, reserva moral del país, están en total silencio.

¿Que nos queda como tabla de salvación?, ¿Las FFAA?, ¿Carabineros?, ¿La Iglesia católica?, ¿El mundo Evangélico? ¿La Masonería?, ¿QUIEN?, sinceramente, ¿QUIEN?

En una democracia, uno de los baluartes son las Colectividades políticas de inspiración democrática y humanista, y con real participación de sus componentes y a ellos, hoy, nadie les cree.

Pareciera que no hay conciencia real de lo que en Chile, estamos viviendo hoy,  uno de los capítulos más obscuros de su vida independiente, y me atrevería a decir, por haber vivido ese periodo, más cruel que el periodo de la Dictadura militar, si bien este gobierno no carga, aun con desaparecidos ni asesinados por las balas, están matando a los ciudadanos por su INOPERANCIA,  POR FALTA DE CONCIENCIA CIUDADANA.

A la luz de como se ha manejado esta emergencia sanitaria, deja un gran espacio de dudas con respecto a los reales afectados por el coronavirus, no solo con los afectados directamente, sino a todo el entorno que significa atacar esta pandemia.

El presidente Piñera y su ministro de Salud, con su conducta de tergiversar u ocultar información, o sea, DE MENTIR, agregado a eso, la arrogancia de no reconocer que no están capacitados para manejar una emergencia de esta magnitud, han transitado de tumbo en tumbo, dejando una estela de incertidumbres, y un gran hoyo en el tesoro nacional.

Una vez más, en términos generales, los funcionarios de carrera, o sea, EL PERRAJE,  esta salvado la situación, hablo del personal de los Hospitales del Servicio Público que han entregado todo lo que está de su parte, incluso, en algunos casos su propia vida.

Son esos mismos funcionarios que hasta hace poco estaban expuesto a la violencia y menoscabo por la “cultura” impuesta de la desobediencia y desacato a los procedimientos. Conducta que ha partido desde el corazón de LA MONEDA, desde hace ya décadas, y casi de la mano, desde EL CONGRESO, El PALACIO DE TRIBUNALES, y de las COMANDANCIAS EN JEFE.

Que no se sorprendan si de repente, y esta vez, si de manera espontánea, se produzca un levantamiento generalizado de la población, más si entre las medidas que se está considerando de SALVAR  algunas empresa PRIVADAS.

Sería de una injusticia suprema, por parte del Gobierno, que a través de los recursos del Estado, meta “las manos al bolsillo” para salvar a privados, mientras, que a los trabajadores, le metió la mano a sus FONDOS DE CESANTÍA, y el 100% del costo de las Cotizaciones previsionales se les endosó a los empleadores, que son en su gran mayoría, empresas pequeñas.

Es lamentable que los políticos que hoy son oposición y organizaciones que dicen ser representantes de los trabajadores, estén en total silencio, eso incluye a nuestro Partido Radical, y eso es entendible, porque quienes tienen hoy en sus manos la conducción de la Colectividad, NUNCA HAN SIDO POLITICOS DE VERDAD, y algunos, ni siquiera han salido del cascarón.

Hago un llamado al perraje, para que cuando tengamos que salir a la calle, no obedezcamos a los profesionales de la agitación social, HOY NUESTRO ENEMIGO ESTA EN LA MONEDA, y su conductor se llama SEBASTIAN PIÑERA, debemos ser lo suficientemente inteligentes, para no exponer a nuestros pares a riesgos innecesarios y activemos nuestros frentes de acción, que son nuestras asambleas, pues la Historia de nuestro Partido así lo enseña, una asamblea cohesionada, clara en sus propósitos, es una herramienta de poder muy eficaz, y no dejemos que nos coarten dirigentes de papel, debemos desde ya, hacer notar, que las bases organizadas, conducidas por dirigentes de verdad superaremos estos momentos angustiantes que estamos viviendo.

Está claro que estamos viviendo una DICTADURA, y reitero, más cruel que la dictadura de Pinochet, con el agravante que hoy quienes, ayer estaban “hambrientos”, hoy son accionistas de las empresa que nos están asfixiando.

Nabuco.