El 6 de noviembre de 1887 se produce el primer desmembramiento del Partido Radical con la formación del Partido Democrático.
Este Partido planteó, por primera vez en Chile, en su programa que se da a conocer dos años después (1889) una efectiva democratización de la vida política, instauración del sufragio universal, profundización del proceso del laicismo y la educación generalizada y gratuita para los obreros.
En el terreno económico propuso un plan de protección y fomento de la industria nacional, aprovechando el buen momento económico que vivía el país gracias al salitre.
Hay que tener en consideración que el país venia de un estado de guerra con Perú y Bolivia y las consecuencias conocidas, en donde la incorporación de la Industria del Salitre ponía al estado Chileno en un buen pie económico.
Por otra parte, las consecuencias de la guerra trajeron consigo que una gran cantidad de soldados que se quedaron cesantes en los centros urbanos, los cuales se fueron asimilando a las actividades productivas, en donde abundaban las actividades manuales.
Consecuente con lo anterior, las condiciones de vida de esos compatriotas, produjeron una explosión poblacional con el consiguiente déficit habitacional, lo que fomentó los conventillos y lugares en donde esos ciudadanos se hacinaban junto a sus familias.
Los obreros y artesanos se fueron agrupando alrededor de organizaciones tales como mutuales, filarmónicas de obreros, logias de temperancia y otras organizaciones creadas por filántropos, y otros se incorporaron como militantes del naciente Partido Democrático.
El Partido Demócrata propuso desarrollar un plan para la protección y el fomento de la industria nacional, que por ese entonces comenzaba a surgir gracias el empuje y creatividad de artesanos y jóvenes profesionales.
Por su parte la oligarquía chilena estaba extasiada, llena de expectativas por el éxito de las exportaciones del salitre, que pasó a ser la base de la economía nacional, lo que hizo que los planteamientos del Partido Democrático fuesen desestimados.
La militancia y adhesión del Partido Democrático fueron los trabajadores de los centros salitreros del Norte, de algunas ciudades donde crecía una pequeña industria, y entre el artesanado.
Su bandera de lucha fue poner en la discusión pública “la cuestión social”, y la queja ante los dirigentes fue por no poner el suficiente acento en el tema propiamente tal, tema que ya se hacía presente en un buen sector del radicalismo y que en la Convencion de 1888 es tocado y que posteriormente Valentín Letelier lo hace propio.
Este fue el punto de quiebre entre la dirección del Radicalismo y el sector que lideraban Malaquías Concha, Avelino Contarbo, Antonio Poupín, Artemio Gutiérrez, Moisés González, Moisés Anabalón, junto a otros adherentes, se agruparon en una fracción interna denominada Radicales Democráticos, para luego dar origen al Partido Democrático.
Cabe señalar que en sus planeamientos doctrinarios conservan gran parte del ideario Radical, pero incorporan con mucha fuerza los ideales de los Reformistas, teniendo como referente los pensamientos de Francisco Bilbao y en los de la revolución Francesa. Por ese entonces, el Partido Radical, a través de sus dirigentes no tuvieron la visión mas futurista de los temas sociales, y las inquietudes de los sectores mas desposeídos que cada vez eran mas evidentes, sin embargo, a la luz de los hechos y vistos en perspectiva, también habían otra materias de tanta o mas importancia para el desarrollo del pais, y asi se hace patente en las conclusiones de la Convención de 1888.
Malaquías Concha frente a esta controversia con la conducción central del PR planteó en un discurso de 1888, esto a propósito de las condiciones de los ciudadanos para ejercer el voto:
"La emancipación social y política es inseparable de la emancipación política; por consiguiente, los obreros... y en general todos los hombres que viven de su propio trabajo, que desean mejorar de condición, alcanzar el bienestar de su familia y hacer práctica la igualdad de derechos que establece la constitución, tienen el deber de ejercitar su soberanía so pena de abdicar de su personalidad, renegar de la libertad y someterse a la esclavitud y servidumbre de los más audaces o de los menos escrupulosos".
Esto que a continuación señalo, es una simple coincidencia, y me permite reforzar lo que en mis comentarios he sostenido que los hechos históricos son cíclicos y que solo cambia los actores, la escenografía y la forma de hablar.
El Partido Democrático nace en un período de nuestro país donde comienza una hacia la modernidad económica, con claros tintes capitalistas, todo esto por la consecuencia de de grandes hitos:
A) La conquista de las regiones del salitre
B) El proceso de pacificación de la Araucanía,
C) El impulso de las obras públicas y
D) El impulso de la industrialización durante el gobierno del Presidente Balmaceda.
La reinserción de los combatientes de la guerra del pacifico, la migraciones de los centros rurales a las ciudades como así de los mineros fue creando climas de protestas y descontentos en las ciudades con asonadas y motines espontáneos.
Las huelgas se hacían mas frecuentes y las peticiones de los sectores asalariados eran cada vez menos escuchadas.
Hubo un hecho que cambio las condiciones político social de Chile y eso fue en abril de 1888 cuando se produjo “la huelga de los tranvías” y que culmina con una huelga generalizada dos años después.
La Huelga de los Tranvías, también produce la separación entre los movimientos obreros y la dirección del Partido Democrático por cuestiones de visión de cómo enfrentar políticamente los acontecimientos. A ese entonces se vislumbraban tres fuertes corrientes, ya dicho, el Partido Democrático, La Vanguardia Social y la masa de peones, indigentes jóvenes que estaban aun no incorporados a las actividades económicas, junto a vagabundos o marginados, todos ellos si, concurren a la protesta convocada por el Partido Democrático.
En 1905 el Partido Democrático proclama como candidato a diputado a Luis Emilio Recabarren quien obtuvo un triunfo claro, no pudo asumir su condición de diputado porque se negó a “jurar por Dios”.
Repitiéndose la elección, volvió a ganar y nuevamente la Cámara de Diputados no le acepto por no aceptar el juramento “por Dios”.
Ante este hecho Recabaren y un grupo de adherentes deciden formar el Partido Demócrata Doctrinario, que se declaró demócrata y socialista.
Nabuco.
Este Partido planteó, por primera vez en Chile, en su programa que se da a conocer dos años después (1889) una efectiva democratización de la vida política, instauración del sufragio universal, profundización del proceso del laicismo y la educación generalizada y gratuita para los obreros.
En el terreno económico propuso un plan de protección y fomento de la industria nacional, aprovechando el buen momento económico que vivía el país gracias al salitre.
Hay que tener en consideración que el país venia de un estado de guerra con Perú y Bolivia y las consecuencias conocidas, en donde la incorporación de la Industria del Salitre ponía al estado Chileno en un buen pie económico.
Por otra parte, las consecuencias de la guerra trajeron consigo que una gran cantidad de soldados que se quedaron cesantes en los centros urbanos, los cuales se fueron asimilando a las actividades productivas, en donde abundaban las actividades manuales.
Consecuente con lo anterior, las condiciones de vida de esos compatriotas, produjeron una explosión poblacional con el consiguiente déficit habitacional, lo que fomentó los conventillos y lugares en donde esos ciudadanos se hacinaban junto a sus familias.
Los obreros y artesanos se fueron agrupando alrededor de organizaciones tales como mutuales, filarmónicas de obreros, logias de temperancia y otras organizaciones creadas por filántropos, y otros se incorporaron como militantes del naciente Partido Democrático.
El Partido Demócrata propuso desarrollar un plan para la protección y el fomento de la industria nacional, que por ese entonces comenzaba a surgir gracias el empuje y creatividad de artesanos y jóvenes profesionales.
Por su parte la oligarquía chilena estaba extasiada, llena de expectativas por el éxito de las exportaciones del salitre, que pasó a ser la base de la economía nacional, lo que hizo que los planteamientos del Partido Democrático fuesen desestimados.
La militancia y adhesión del Partido Democrático fueron los trabajadores de los centros salitreros del Norte, de algunas ciudades donde crecía una pequeña industria, y entre el artesanado.
Su bandera de lucha fue poner en la discusión pública “la cuestión social”, y la queja ante los dirigentes fue por no poner el suficiente acento en el tema propiamente tal, tema que ya se hacía presente en un buen sector del radicalismo y que en la Convencion de 1888 es tocado y que posteriormente Valentín Letelier lo hace propio.
Este fue el punto de quiebre entre la dirección del Radicalismo y el sector que lideraban Malaquías Concha, Avelino Contarbo, Antonio Poupín, Artemio Gutiérrez, Moisés González, Moisés Anabalón, junto a otros adherentes, se agruparon en una fracción interna denominada Radicales Democráticos, para luego dar origen al Partido Democrático.
Cabe señalar que en sus planeamientos doctrinarios conservan gran parte del ideario Radical, pero incorporan con mucha fuerza los ideales de los Reformistas, teniendo como referente los pensamientos de Francisco Bilbao y en los de la revolución Francesa. Por ese entonces, el Partido Radical, a través de sus dirigentes no tuvieron la visión mas futurista de los temas sociales, y las inquietudes de los sectores mas desposeídos que cada vez eran mas evidentes, sin embargo, a la luz de los hechos y vistos en perspectiva, también habían otra materias de tanta o mas importancia para el desarrollo del pais, y asi se hace patente en las conclusiones de la Convención de 1888.
Malaquías Concha frente a esta controversia con la conducción central del PR planteó en un discurso de 1888, esto a propósito de las condiciones de los ciudadanos para ejercer el voto:
"La emancipación social y política es inseparable de la emancipación política; por consiguiente, los obreros... y en general todos los hombres que viven de su propio trabajo, que desean mejorar de condición, alcanzar el bienestar de su familia y hacer práctica la igualdad de derechos que establece la constitución, tienen el deber de ejercitar su soberanía so pena de abdicar de su personalidad, renegar de la libertad y someterse a la esclavitud y servidumbre de los más audaces o de los menos escrupulosos".
Esto que a continuación señalo, es una simple coincidencia, y me permite reforzar lo que en mis comentarios he sostenido que los hechos históricos son cíclicos y que solo cambia los actores, la escenografía y la forma de hablar.
El Partido Democrático nace en un período de nuestro país donde comienza una hacia la modernidad económica, con claros tintes capitalistas, todo esto por la consecuencia de de grandes hitos:
A) La conquista de las regiones del salitre
B) El proceso de pacificación de la Araucanía,
C) El impulso de las obras públicas y
D) El impulso de la industrialización durante el gobierno del Presidente Balmaceda.
La reinserción de los combatientes de la guerra del pacifico, la migraciones de los centros rurales a las ciudades como así de los mineros fue creando climas de protestas y descontentos en las ciudades con asonadas y motines espontáneos.
Las huelgas se hacían mas frecuentes y las peticiones de los sectores asalariados eran cada vez menos escuchadas.
Hubo un hecho que cambio las condiciones político social de Chile y eso fue en abril de 1888 cuando se produjo “la huelga de los tranvías” y que culmina con una huelga generalizada dos años después.
La Huelga de los Tranvías, también produce la separación entre los movimientos obreros y la dirección del Partido Democrático por cuestiones de visión de cómo enfrentar políticamente los acontecimientos. A ese entonces se vislumbraban tres fuertes corrientes, ya dicho, el Partido Democrático, La Vanguardia Social y la masa de peones, indigentes jóvenes que estaban aun no incorporados a las actividades económicas, junto a vagabundos o marginados, todos ellos si, concurren a la protesta convocada por el Partido Democrático.
En 1905 el Partido Democrático proclama como candidato a diputado a Luis Emilio Recabarren quien obtuvo un triunfo claro, no pudo asumir su condición de diputado porque se negó a “jurar por Dios”.
Repitiéndose la elección, volvió a ganar y nuevamente la Cámara de Diputados no le acepto por no aceptar el juramento “por Dios”.
Ante este hecho Recabaren y un grupo de adherentes deciden formar el Partido Demócrata Doctrinario, que se declaró demócrata y socialista.
Nabuco.
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