TRIBUTO A CARLOS GAETE GONZALEZ (Q.E.P.D.)

Luego de la hecatombe producida durante 1973, y en su momento culmine, el 11 de septiembre, el país se encontró frente a situaciones indescriptibles, había confusión, temor, en algunos sectores alegría y en otros una gran decepción.

El Radicalismo en Chile en esos momentos se encontraba repartido en varias colectividades, el PR de la UP, la Democracia Radical y el PIR, ya en esos momentos Socialdemocracia.

La historia entre el 1973 y 1980 es difusa, cada uno tendrá sus razones para justificar sus dichos, la historia de ese periodo del Radicalismo se escribió fuera de Chile y dentro.

Hubo un hecho que hizo cambiar la historia política chilena, ya que hasta ese momento se podría decir, de manera gruesa, que estaba en situación binominal las posiciones; Los pro UP, y los que apoyaban la acción de las FF.AA.

En efecto, el 24 de julio de 1978, se produce el quiebre público entre Pinochet y Gustavo Leigh (hermano del diputado radical Hernán Alfredo Leigh Guzmán). Ese día viernes durante aproximadamente 4 horas, Pinochet nombra Comandante en Jefe de la Fach al General Orozco, en espera de la decisión de Matthei, quien en consulta con el generalato de la FACH decidió aceptar el nombramiento de Comandante en jefe de la FACH.

En la calle había gran confusión y el gran temor de que la FACH se amotinara siguiendo a su líder destituido por el golpe militar encabezado por Pinochet, como consecuencia de unas declaraciones de Leigh a un medio italiano.

En ese momento los radicales que se quedaron en Chile se comenzaron a encontrar tímidamente, bajo el alero de líderes naturales y entre los más connotados estaba el senador Angel Faivovic.

Entre los tantos radicales que se abocaron a la tarea de reunir la familia radical, estaba un señor que en esos momentos se dedicaba al comercio, instalado con un pequeño supermercado en el corazón de la Población Chile.

Hay muchos hechos paralelos que conformaron una tremenda trenza de acciones, que espero que algún día se escriba, pero volviendo al tema central, este señor , el cual me acogió muy fraternalmente, ayudo temerariamente a conformar equipos de trabajo radical en plena represión, ya que la salida de Leigh provocó un efecto inconsciente en muchos radicales tradicionalistas (los UP andaban en otros menesteres fuera de nuestras fronteras) ya que de alguna manera el pensamiento se hacia presente dentro de la Junta ya que de alguna manera se había instalado una asamblea radical, en donde además de Leigh estaban Jorge Ovalle, Hernol Flores y otros (1) que desde esa trinchera intentaban poner el criterio laico democrático en la Constitución que se estaba desarrollando a través de la comisión Ortuzar.

Todos los antecedentes dados sirven para poder aquilatar la gran labor silenciosa realizada por nuestro amigo y correligionario que hoy nos deja CARLOS GAETE GONZALEZ (q.e.p.d.). Su negocio estaba muy cercano a las instalaciones de la IRT en donde funcionaba un enclave encubierto de la CNI, se dio maña para establecer una relación amistosa y de confianza con el sindicato de esa empresa.

Nos citaba en su supermercado y entre cajas de mercaderías en su bodega realizábamos reuniones en donde planificábamos y dábamos cuenta de nuestros avances en la ubicación de correligionarios y de tu bolsillo salían los fondos para financiar los gastos mínimos que esas acciones requería.

Fue el gestor para conseguir la sede del sindicato IRT para realizar una reunión abierta en donde se hizo un análisis de la Constitución que se presentó para su aprobación el año 80.

Como diría un joven de ahora, Carlos era muy piola, era difícil asociarlo con actividades de tanto riesgo, y siempre con una sonrisa, una palabra de aliento, o una chuchada a quienes según el se la merecía. Su independencia económica le permitió ser siempre un hombre valiente y libre.

Te fuiste amigo y correlija, estoy liberado de contar lo que Ud hizo en ese período, como también, están bien resguardos los detalles de muchos hechos y aunque muchas veces me ha comido la lengua para gritarle a la cara a varios correligionarios que hoy rasgan vestiduras por su aporte parta el logro de la democracia.

Son miles de miles los héroes anónimos que día a día, construyeron la resistencia al la Dictadura, pero su humildad les calló la boca, pero tú, Carlos, siempre que tenías oportunidad se los decías, y ellos callaban. Nos vas a hacer falta, mas ahora, que el Radicalismo pasa una de sus noches mas obscuras, y lo que más agrava, es el hecho que, quienes hoy tienen la conducción no saben de donde salió este grupo ni menos hacia donde esta nuestro norte.

Sin embargo, en este día me he podido dar cuenta que hay varios jóvenes cuarentones que conocieron de tu manara de ser, de tu manera de actuar y de tus principios éticos, lo que me da una leve esperanza que tu semilla se puede multiplicar.

Espero que en tu último adiós, te acompañen tus verdaderos amigos y en lo posible alguien de la directiva del PRSD, que hoy gozan de los beneficios del resultado de tu trabajo, que junto a muchos militantes de base sustentaron el Radicalismo en los momentos de máxima inseguridad ciudadana.

Nabuco.

(1) Obviaré otros nombres ya que hasta ahora se han mantenido a la sombra y no seré yo quien los delate, espero que algún día se armen de valor y lo digan. Suficiente es que hasta ahora a Hernol Flores le carguen cuentas políticas.