" ¡¡¡ GUENA LUCHOOOO !!! "

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Hoy desperté como todos los días, a las seis y media de la mañana, me di una vuelta por la casa, y como aún no supero la rutina de pasar por el dormitorio de los niños - los papás nunca dejamos de pensar que los hijos son chicos - las camas estaban hechas y se mantienen así desde hace ya muchos años, salvo cuando los fines de semanas vienen "los semillas de maldad" - mis nietos - y que nos dejan toda la casa "patas p'arriba", La Escolástica reclama como tres días seguido y yo por lo general pasan hasta semana para encontrar en el jardín o en el sitio algo escondido entre las plantas, pero si no fueran mis nietos la casa sería un mausoleo.

Mi hijo sigue en el extranjero, nos conectamos por Internet, y como a esta cuestión no le pego mucho, me aprendí de memoria algunas rutinas, como escribir mi blog, abrir el correo electrónico y hablar por Messenger - parezco peruano en ciber-café como unos aparatos re grandes en las orejas y hablando mas fuerte que Convención de Sordos, pero al menos, la tecnología, me acerca a mi hijo y es casi como tenerlo a mi lado, cuando en realidad esta físicamente al otro lado del mundo.

Pero yo le iba a hablar de otra cosa, pero de todas manera lo que les dije es cierto y pienso que hay muchos viejos como yo que se viven la misma situación, ahora cuando los cabros chicos se meten en el dormitorio y se ponen a jugar arriba de las camas, porque con la Escolástica dormimos en camas separadas, desde que nos casamos, pero esa es otra historia, esa costumbre me sirvió cuando la vieja entró en la etapa de la menopausia y con esos cambios bruscos de temperatura, a veces, en pleno invierno estaba tapada con la pura sábana; 

Tápate vieja le decía, 

Es que estoy muy acalorada, me decía

y ahí me aprovechaba y le decía, si queris me paso p’alla

y ahí la Escolástica se tapaba un poco mas… clara que mas de alguna vez me pasaba no mas, reclamaba un poquito al principio pero, bueno, ¿de qué les quería hablar? …. Ahhh, del numerito que se mandó el profesor Luis Riveros en el Cónclave de la Concertación en Punta de Tralca (hasta para eso son tontorrones los organizadores, sabiendo como es Riveros), bueno yo me enteré porque me llamó el Chico Liendo, como a las ocho y media, o cerca de las nueve, justo en el entre tiempo del partido de la Selección en Japón, ¡putas el partido p'a fome!, el chico Liendo trabaja en una Discoteque, pero de día, y qué haces si esos negocios funcionan de noche le pregunté cuando me contó, y ahí supe la firme, para recibir las mercaderías y las cuentas y también para sapear a los que tienen que hacer el aseo, y como es para puro mirar p’al chico esta bien la pega y le pagan bien porque es un hombre de confianza, y de repente se pega unas arrancaditas cuando nos juntamos en el café Haití.

¡Puchas que estoy desparramado!, todavía no les cuento que el Lucho Riveros se las cantó clarita a los capos de la Concertación, incluyendo a nuestro presidente – El chico me dijo que el José Gómez estuvo dando explicaciones como dos horas , pero eso mas tiene cara de cahüin y yo no soy copuchento, le dijo que no eran capaces de imponer sus ideas, que "se les hizo" frente al tema de la AFP Estatal, y ahí ¡puchas que tiene razón!, yo ya lo había dicho antes, y en el tema de Educación andaban más perdido que billete de 20 Lucas en jubilado del INP.

Después me llamó el Picachú, es un correligionario que le decimos así porque solo sirve para entretener a los niños, pero por un ratito, porque es muy ataoso y me contó lo de Riveros y que en la Últimas Noticias había salido la noticia, así que me metí en el Internet y sólo en las Últimas apareció la noticia, en los otros diarios, nada.

Pucha que me dio alegría ver que lo que me contaba el chico Liendo era verdad, porque los viejos somos medios buenos para fantasear, eso me recuerda cuando escuchaba a los cabros en las reuniones sociales de la Sociedad Mutualista y decían que casi todos los días “hacían las tareas” y yo, sinceramente por esos años una a la semana (quita las ganas) y a veces pasaba de largo, así que fui al médico para que me dijera si yo estaba mal, y me dijo que hiciera lo mismo que ellos, pero cómo doctor si, entonces el se sonrió y me dijo; mienta, mienta.

Bueno, voy a arreglarme, claro que me voy a poner una casaca porque el Picachú me dijo que estaba lloviendo, “estai cagado de la cabeza” le dije “o todavía estas con la caña” y después escuchando la radio, era cierto, acá en la Quinta Normal esta clarito.