Los seres humanos, por su naturaleza, siempre van a tratar de agruparse, bajo diferentes y, a veces extrañas motivaciones, y en cada agrupación serán unos pocos los que las dirijan.
Desde tiempos ancestrales ha sido así, y es muy difícil que se desarraigue esta conducta en el ser humano.
Hacen las diferencias, así como quedó establecido en la vieja Grecia, que las agrupaciones serán de sometimiento o de participación de sus integrantes.
Los motivos para la existencias de estas agrupaciones son variados, en un nivel primario, la necesidad de solucionar problemas de alimentación y seguridad, para luego dar paso a objetivos más específicos como temas religiosos, territoriales, sociales, intelectuales, deportivos, entretención, étnicos, u otros.
Una de las Instituciones más complejas en su participación, desarrollo y definición de objetivos son los Partidos Políticos. Porque su fin último es dar respuesta, de manera racional y objetiva, a la necesidad el bienestar de sus propios partidarios o el de la nación donde actúa.
Las Colectividades políticas no podrán ser reemplazada por otras alternativas, ni sus tradicionales formas de interrelacionarse entre sus integrantes. Las instituciones perduran en el tiempo o se desvanecen como así se desvanecen o fortalecen las razones que motivaron su existencia. Si bien las colectividades llamadas Partidos Políticos son de reciente definición, en su forma han existido desde tiempos inmemoriales.
Existen Tres grandes asociaciones humanas que han resultado perenne, o sea, han sobrepasado generaciones y movimientos culturales; estas son;
- LAS RELIGIOSAS,
- LAS FUERZAS ARMADAS Y
- LOS PARTIDOS POLÍTICOS, que tienen como objetivo central al hombre, o sea, las Instituciones políticas HUMANISTAS.
LOS PARTIDOS POLITICOS CONCEPTUALMENTE DEFINIDOS.
A través de la historia y como ya he señalado, nacen con objetivos puntuales, pero algunas han trascendido en el tiempo porque su sustentación de vida son los PRINCIPIOS Y LA DOCTRINA.
Las Doctrinas como sus Principios deben ser claros, de exposición sencilla y que puedan mantenerse inalterables en el tiempo. Es probado que los elementos que hacen que una Colectividad perdure en el tiempo son: El Dogmatismo, el Militarismo y EL HUMANISMO (sin apellidos), o sea, que el centro de su atención sea el ser humano,
De lo anterior, no tendrá efectividad esos elementos si no tienen un factor aglutinador, cohesionador, no existirán, que en el caso del DOGMA que es EL MIEDO A LA DIVINIDAD, en el caso del MILITARISMO es LA OBEDIENCIA SIN CUESTIONAMIENTOS, pero para el HUMANISMO el elemento cohesionador es LA PRÁCTICA PERMANENTE DE LA DEMOCRACIA, entendiéndose como tal, la garantía de la participación de cada uno de los miembros en las instancias que les corresponde actuar, acatando los acuerdos de las mayorías y el respeto intransable de parte de quienes sean elegidos para labores de dirección y control, hacia sus mandantes, o sea el colectivo. Esa participación con igualdad de oportunidades, es el ELEMENTO CONVOCANTE DE UNA COLECTIVIDAD POLITICA.
LA COLECTIVIDAD HUMANISTA debe garantizar la convivencia interna y el accionar de sus miembros con normas claras y entendibles para cada uno de sus miembros, esa Ley Interna se denomina ESTATUTO, y si es necesario dar mayor claridad a procedimientos, se agregan Reglamentos.
Teniendo claro la razón de ser y las reglas de convivencia, se deben definir la forma de cómo operar, para lo cual se deben combinar organizaciones administrativas y organizaciones de ejecución política.
Estos organismos deben facilitar la comunicación y las labores de control de gestión. A través de estos organismos la Colectividad pude proyectarse y crecer.
LA COLECTIVIDAD HUMANISTA debe optar a la obtención del Poder Político y para eso debe tener claro que para lograr ese fin debe tener presente entre sus objetivos, y en el orden que se señala;
EL FACTOR CIVICO,
EL FACTOR SOCIAL Y
EL FACTOR PRODUCTIVO.
EL FACTOR CIVICO:
En una Republica cohabitan personas con diferentes creencias, principios filosóficos, culturas u otras características, por lo cual, para garantizar una convivencia armoniosa, los Estados se procuran una Carta Magna o Constitución, en la cual se deban establecer los derechos y obligaciones de los ciudadanos y la autoridad y los Organismos que velen por el buen funcionamiento de la Nación, que se garantice el respeto a los derechos establecidos, agregando que debe existir un Órgano que vaya formulando las leyes necesarias para ir adecuándose a los avances tecnológicos y culturales, Y DE MANERA OPORTUNA, para mantener la sana convivencia, para mantener y mejorar el bienestar de los ciudadanos, esto se resume en tres grandes Instancias; El poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial.
Una Colectividad Política HUMANISTA, entre sus propósitos, debe estar el educar a los ciudadanos (adeptos o no a su causa en particular) en las materias de sus derechos y obligaciones que están normadas en su Constitución y las leyes. Pero con el hincapié que, más allá del conocimiento en particular de los cuerpos legales, se debe priorizar LA CULTURA DEL RESPETO AL ESTADO DE DERECHO.
EL FACTOR SOCIAL:
Una Colectividad Política HUMANISTA es por definición socialista, entendiendo por socialista que estimula la socialización de los miembros de la Nación y en particular entre sus adeptos. Por lo anterior, debe primar una relación de aceptación y de respeto a todos los ciudadanos, que se adscriban a sus principios y Doctrina de la Colectividad o no. No puede haber disposición a conductas “anti”, sabiendo que en una Nación pueden existir Organizaciones que propician actividades clasistas, disgregadoras, discriminadoras, confrontacionales. Se les acepta como parte del universo social político, pero eso no excluye la opción de tener distancia con esas Colectividades.
EL FACTOR PRODUCTIVO:
Este ámbito es un tema de mucha preocupación para algunos, porque se considera que las acciones políticas en favor de la ciudadanía, afectan a las rentabilidades de las funciones productivas y comerciales, y en estos últimos tiempos al mundo financiero.
Para Una Colectividad Política HUMANISTA el tema no tiene mayor complejidad en tanto las actividades Productivas, comerciales, de servicio o financieras se deben adecuar a las necesidades de la comunidad, y NO LA COMUNIDAD ADECUARSE A LAS NECESIDADES DEL FACTOR COMERCIO. El Estado debe preocuparse de mantenerse como un factor social y no un elemento más del factor comercial.
Por anterior, cada una de sus preocupaciones que definidas en seis fundamentales ejes, EDUCACIÓN, SALUD, PREVISIÓN, SEGURIDAD, VIVIENDA Y TRASLADO, las proyecciones, las mediciones y financiamientos de ellas no debe hacerse con criterio economicista, vale decir, no se pueden establecerse con óptica de medición de rentabilidad, sino bajo el concepto de SATISFACCIÓN SOCIAL.
No se le puede negar al sector privado participar en los ejes señalados, pero la actividad privada no puede exigir que el Estado se comporte como socio comercial ni menos que se reste. Debe tener un rol regulador y garantizador de los derechos de los ciudadanos y el patrimonio nacional.
EL FACTOR DE OBJECIÓN DE CONCIENCIA.
Hay otro tema crítico que debe ser muy claramente normado. Es un tema que hoy esta contagiado a todo el quehacer nacional.
Lamentablemente, y estimulado por la Iglesia Católica en particular, este concepto está comenzando a ser un punto de conflicto en la convivencia social, pues pareciera no aceptar, por definición social, que es una prerrogativa que afecta solo en el plano individual, y es en plano donde debe operar, pero lo han llevado al plano Institucional, en donde, bajo ningún punto de vista, da a lugar.
Hay un punto que debe quedar muy claro, toda persona que es parte del aparataje del Estado, de manera directa, como funcionario, o indirecta, como servidor, debe acogerse, sin restricción a la DOCTRINA DEL ESTADO, y en Chile, LA DOCTRINA DEL ESTADO ES EL LAICISISMO.
Ahora bien, si un funcionario público o algunos servidores naturales apelan a la Objeción de Conciencia, DEBEN ABANDONAR SUS FUNCIONES O RENUNCIAR A LOS VINCULOS CON EL ESTADO. Y las Instituciones, que por decisión de sus propietarios quisieran actuar bajo el derecho e Objeción deben renunciar a los contratos o beneficios que Estado les procura.
EL RADICALISMO PARA EL SIGLO XXI.
El Radicalismo que ya transita en el tercer siglo de existencia, y deberá seguir haciéndolo, mantiene su vigencia y potencia porque es una COLECTIVIDAD HUMANISTA, aunque en este último tiempo sus controladores, en ausencia de líderes, lo quieran perfilar en otros matices.
Hemos escuchado muchas voces llamando a trabajar, pero sin ninguna claridad hacia dónde y cómo.
El radicalismo, evidentemente, necesita un giro rápido en todo sentido, necesitamos VOLVER A SER el factor catalizador que ponga cordura y visión EN NUESTRA PATRIA y que nuestro país NO siga siendo una factoría, lo que es ahora, y a lo cual han ayudado a mantener la Nueva Mayoría y la Concertación.
Para lograr estos propósitos debemos capacitar y dar oportunidades a nuestros jóvenes correligionarios, en todas las áreas del quehacer gubernamental, no para que se transformen en burócratas sino que sean un aporte al mejoramiento del aparato del Estado, que en su momento el Radicalismo diseñó e implementó.
Hoy, nuestra realidad nos tienen como campesinos de la colonia, pero sé que podemos ponernos al día rápidamente, hay recursos (dinero) suficiente para hacer Academias, fortalecer las regiones, levantar nuestra voz, honrar nuestra doctrina y nuestros principios y lo más importante, contamos con muchos militantes dispuestos, una vez más, y espero que sea la última, para hacer un sacrificio sobre humano para salir del hoyo que nos quieren enterrar.
Nabuco.
ABRIL 2018.